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Tendemos a darle una carga estigmatizada a los celos. Lo que muchas personas desconocen es que son una respuesta emocional natural y sentirlos debe ser considerado algo normal. Los celos surgen como un proceso psicológico ante una situación que  produce desagrado tras el temor de ser desplazados.

Sin embargo este proceso natural puede dejar de suponer algo normal y puede llegar a convertirse en algo enfermizo. Cuando este sentimiento alcanza niveles muy altos puede ser perjudicial para la estabilidad emocional del individuo y su forma de relacionarse con su entorno.

Muchas personas expresan que este sentimiento se ha convertido en un problema en muchas etapas de sus vidas. Imposibilitando la posibilidad de llevar una vida normal. Esto complica la forma como sus vida se desarrollan y sus relaciones interpersonales se ven afectadas tras un entorno de neurosis e inseguridad.

¿Dónde nacen los celos?

Los sentimientos de inseguridad alimentan los temores que hacen propicio el ambiente para que surjan los celos. Esta manifestación emocional parte de un principio de auto preservación que nos impulsa a desarrollar cierta conexión con aquellas personas o características de la vida cotidiana que nos hacen sentir cómodos y en consonancia con nosotros mismos.

Los celos pueden convertirse en un fenómeno delicado en el punto en el que alimentan la posesión e irrumpimos en la individualidad del otro. Aumentando su intensidad hasta el punto de controlarnos. Abriendo la puerta a especulaciones o ideas que alimentan el sentimiento de posesión y dependencia.

Algunos elementos que pueden actuar como detonantes son:

  1. Ideas de posesión: Existen situaciones en las que un individuo puede crear la ilusión en su mente de que el otro le pertenece.
  2. Miedo a quedarse solo: La soledad aterra a muchas personas. Por ende buscan la forma de amarrar al otro, alimentados por su temor a encontrarse solos.
  3. No encontrar algo mejor: Esto es visible con mayor claridad en las relaciones de pareja. Se produce un miedo ensordecedor a perder la pareja y no encontrar a alguien más.
  4. Autoestima: Cuándo una persona no se siente bien consigo misma tiene continuamente la idea de que será remplazada por alguien mejor.
  5. Antecedentes: Es muy frecuente que individuos que hayan pasado por situaciones de abandono y engaños, desarrolle un temor latente a verse envuelto en la misma situación.
¿Cómo puedes escapar de los celos?

Es importante entender que este fenómeno se desarrolla en tu mente, en muchos casos basados en conjeturas no justificadas que parten de la especulación y el miedo.

Es vital someterte a un cuidadoso análisis introspectivo para diagnosticar cómo te sientes contigo mismo. Hacer las paces con tu yo interior fortalecerá las bases de tu seguridad, desechando las ideas que oscilan en tu cabeza y te distraen del mundo real.

  1. Ir a terapia puede ayudarte a encontrar eso que debes fortalecer en tu interior y te impide ser feliz.
  2. Mejorar la forma en que te ves, tu autoestima e inseguridades mejorará la forma en que te sientes con los demás.

Estos dos pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia en tu lucha contra los celos y ayudarte a fortalecer tu relación contigo mismo, tus seres queridos y con tu entorno en general.

Es bueno tener en cuenta que los celos pueden ser tratados en consulta, y no hay que sufrirlos sin más, sino que se puede poner remedio; si pasado cierto tiempo observamos que por nosotros mismos no podemos pararlos y desechar de nuestra mente esos pensamientos que nos afectan e interfieren en nuestro día a día puede ser este el momento de solicitar ayuda de un profesional y comenzar una terapia psicológica para poder abordar esta tecnología