Identificar si sufres una adicción es posible observando ciertas características básicas. Muchas personas se han visto envueltas en situaciones que han activado una alerta al respecto de si lo son, van en esa dirección, o solo frecuentan cierto tipo de actividades o consumo como mecanismo de escape esporádico.
Hace tiempo que el término “adicción” ha dejado de ser aplicado solo al consumo de drogas y ha pasado a ser una alusión que engloba todo tipo de conductas de apego. Por tal razón, muchas actividades cotidianas pueden tornarse adicciones una vez que logran que el individuo las prefiera antes que cualquier otra cosa y ante las cuales no existe autocontrol.
¿Tienes una adicción?: algunas claves a tener en cuenta para identificarlo
Una definición muy amplia y precisa de adicción es la siguiente: “uso repetido y abusivo de una sustancia y/o implicación compulsiva en la realización de una conducta determinada, que de forma directa o indirecta, modifica el medio interno del individuo, obteniendo un reforzamiento inmediato por el consumo de la sustancia o la realización de la conducta”. Esto nos ayuda a develar con mucha claridad el hecho.
Algunas de las más comunes adicciones están asociadas a hechos cotidianos y a situaciones que tienen que ver con objetos que usamos en el día a día. Así, entendemos que una de las principales características de una adicción es la conducta compulsiva dirigida a la búsqueda del placer inmediato.
Para distinguir si estás cayendo en una adicción, cuestiónate si posees alguna de estas características:
Pierdes el control
Una vez que te has hecho consciente de que recurres al objeto de tu adicción, intentas limitarte o detenerte, pero no puedes.
Niegas que tienes un problema
Hablar del asunto te resulta muy incómodo y consciente o inconscientemente lo evitas. Cuando piensas en el hecho, prefieres buscar alguna distracción o te convences de que realmente aquello que te sucede no es grave o que, si lo es, puedes sobrellevarlo y tarde que temprano encontrarás la manera de controlarlo.
Desarrollaste el síndrome de abstinencia
Si no puedes consumir el producto o llevar a cabo esa actividad, en el primer caso, te sientes mal físicamente: sudas frío, tiemblas, podrías vomitar o tener una crisis nerviosa. En el segundo caso, también podrían desatarse síntomas físicos, pero es más común que se entre en un estado de ansiedad, de irritabilidad y cavilación. Ante la imposibilidad de ceder, te sientes abrumado y triste.
Has desarrollado tolerancia
Necesitas sumar tiempo o cantidad a aquello que haces o consumes. Cada vez necesitas más, pues tu cuerpo y mente han desarrollado tolerancia y no sientes el mismo placer con las mismas cantidades. Esto hace que estés buscando aumentar tus dosis progresivamente.
Reemplazaste otras actividades importantes
¿Qué cosas te producían diversión y placer? ¿Sigues haciendo esas cosas con frecuencia? Si las has abandonado, incluso cuando te proporcionaban satisfacción, es probable que hayas incurrido en una adicción; pues el placer que esta hace que hayas cambiado de intereses.
Tu vida en general está viéndose afectada
Tus padres te lo reprochan, tus amigos se han alejado. No te motiva tu trabajo, la escuela o la universidad; has olvidado tus antiguas aspiraciones profesionales, hobbies, etc.
Identificar si eres un adicto es posible observando estas deformaciones de una vida normal. Sin embargo, haber caído en ellas no implica un deterioro definitivo. Es posible salir de una adicción con ayuda psicológica. Es posible revertir los daños y empezar una vida nueva con ayuda profesional.
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